jueves, 3 de septiembre de 2009

De Honduras a Colombia, ¿Fantasía o Realidad?



Daniel Merchán Mendoza.

La temática internacional indica un nuevo camino en los debates globales, específicamente en el caso latinoamericano, primero que todo la muy nombrada situación de Honduras sigue manteniendo gran auge en la opinión mundial. El futuro que le depara este país, los hechos que allí se dieron y las posibles salidas que podrían darse continúan manteniendo en vilo a la comunidad internacional. En el segundo de los casos y acaparando la mas reciente de las polémicas latinoamericanas tenemos a Colombia y su muy discutido acuerdo militar con los Estados Unidos, que incluso ha llevado a gran parte del continente a solicitar explicaciones de este caso en particular.



Desde que ya hace algún tiempo la polémica se encendió por la remoción de Manuel Zelaya como presidente de la Republica de Honduras y la posterior asunción de Roberto Micheletti, la normalidad no ha regresado al pueblo hondureño y mucho menos a la comunidad internacional, que ante fallidos intentos de retorno de Zelaya, presiones de los Organismos Externos, enfrentamientos y anuncios del nuevo gobierno, no han tenido descanso en una diatriba que parece nunca acabar, hoy la situación pasa por una nueva vertiente, esta vez la convocatoria de elecciones para elegir nuevas autoridades, pero que no gozan de la legitimidad suficiente que concede el reconocimiento del resto de los países. La convocatoria la hizo el 29 de mayo pasado el Tribunal Supremo Electoral (TSE), un mes antes de que el presidente fue capturado y expulsado del país. De acuerdo con el calendario electoral, los partidos políticos iniciaron la campaña proselitista con vistas a los comicios del 29 de noviembre. La Organización de Estados Americanos (OEA), que suspendió a Honduras como miembro, ha anunciado que no reconocerá el resultado de un proceso electoral que se realice en el actual estado. Sin embargo, Micheletti dijo a un grupo de cancilleres de la OEA: “Vamos a tener elecciones el 29 de noviembre, las reconozca o no el resto del mundo”, por su parte el Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe prometió que boicoteará el proceso electoral si no se restablece a Zelaya; asimismo, llamó a las fuerzas políticas a retirarse de la contienda. Los partidos políticos y sectores afines al gobierno de facto insisten en que la elección de candidatos y convocatoria a los comicios fueron hechas antes del golpe y que por ello tiene legitimidad, independientemente de los acontecimientos posteriores.



En otro orden de ideas, Colombia se encuentra en el ojo del huracán, en un dilema que conlleva una serie de afirmaciones desde todas las zonas del continente americano. Y es que el acuerdo de cooperación militar que ha asumido conjuntamente con los Estados Unidos ha sido puesto en tela de juicio por representar para algunos de los países una acción de cuidado que puede afectar la estabilidad de la política latinoamericana, en un área que bien vale acotar que no se caracteriza por sostener el desarrollo normal de sus acontecimientos. UNASUR el nuevo bloque formado para alcanzar el tan deseado consenso suramericano se reunió para tratar el tema, y de la cumbre llevada a cabo en Bariloche – Argentina se pudo conocer de primera mano las preocupaciones, posiciones y retos que tiene este novedoso organismo. Las posturas más duras contra el uso de bases militares de Colombia por Estados Unidos las plantearon Venezuela, Ecuador y Bolivia, pero incluso Chile, Perú y Paraguay, los más moderados, señalaron su inquietud si una presencia militar foránea pudiera actuar fuera de fronteras, aunque no restaron merito a la ayuda que pudiera devengarse producto del acuerdo en el combate del flagelo que sufre el país Neogranadino, comprometiendo a todos y cada uno de sus miembros a fomentar la paz y rechazar cualquier intento de quebrantarla por las vías de la violencia. El estallido de la crisis también pone a prueba los incipientes esfuerzos del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por mejorar la relación con América Latina, que históricamente estuvo marcada por una latente desconfianza.



Como es evidente el área Latinoamericana no ha tenido pausa en los últimos tiempos producto del confrontamiento general que generan las distintas ideologías que dirigen el destino de las diversas naciones, el objetivo planteado en lo adelante es lograr acoplar de la mejor manera posible esta gama de corrientes del pensamiento, que al final solo deben perseguir una misma y valorada meta, en la obtención de la paz y el beneficio de cada uno de sus pueblos.

Danielm18x@yahoo.com.ve

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