miércoles, 10 de febrero de 2010
Ucrania y Costa Rica en Proyección Distinta.
Daniel Merchán M
Las recientes decisiones de parte de algunos pueblos de la comunidad internacional, en cuanto a su proyección futura y a los cambios de tendencia, nos muestran realidades equidistantes en distintos escenarios de la geografía mundial, por un lado encontramos a una renovada Costa Rica que ante el termino del mandato del presidente Oscar Arias vislumbra en su futuro más cercano la llegada de una nueva conductora de los destinos costarricenses, nada mas y nada menos que en la persona de Laura Chinchilla nueva presidenta del país centroamericano. Por otra parte Ucrania acaba de dar un vuelco en lo que fue el inicio de la emblemática Revolución Naranja hace ya algunos años en la victoria liderizada por Víctor Yuschenko quien se erigiría posteriormente Presidente, pero hoy el que fuera el derrotado en ese momento Víctor Yanukovich se presenta con la opción vencedora en su regreso a dominar el poder en el estado ucraniano, una vez más en medio de acusaciones y disputas esta vez en un resultado muy cerrado frente a su principal contendora la primer ministro Yulia Timoshenko.
En el primero de los escenarios surge una nueva protagonista, Se llama Laura Chinchilla Miranda. Es la nueva presidente de Costa Rica, y, para los interesados en el tema, la primera mujer en la historia del país que ocupa ese cargo. Tiene cincuenta años y una larga carrera política en el Partido de Liberación Nacional, Chinchilla fue ministra, legisladora y vicepresidente de la Nación. Es cientista política y sus investigaciones y ensayos han sido publicados en universidades de Centroamérica, Estados Unidos y Europa. Dicen que, además de inteligente, es enérgica y progresista. Si así fuera, ahora tendrá la ocasión de demostrarlo. El principal reto de la nueva gobernante del país centroamericano será el de hacer frente a la crisis económica y plantearse un proceso de reactivación, El otro gran problema que tendrá en vilo a la nueva mandataria es el de la violencia creciente que se aprecia en esa nación. Al respecto la Presidenta dijo que "América Latina tiene dos récords muy tristes: ser el continente con mayor inequidad y el más violento”, Y advirtió que la gran respuesta a los temas de violencia tiene que ver más con una agenda de desarrollo. Realmente de Costa Rica y ahora bajo el mando de Chinchilla siempre se espera un papel importante en cuanto al surgimiento de Centroamérica como zona de amplias negociaciones comerciales y políticas, además de ser lugar predilecto para dar solución a una diversidad de conflictos y desencuentros que suelen surgir en el debate latinoamericano, por lo que el nuevo gobierno ya lleva consigo la responsabilidad de asumir en dado caso tal predisposición tan valiosa que le ha acarreado una alta prestancia y respeto en gran parte de la comunidad internacional.
Hacia el otro lado del Mundo se ve un escenario distinto. Ucrania despertó hace pocos años las simpatías de muchos europeos cuando sus ciudadanos se levantaron contra los restos del comunismo en la Revolución Naranja. Un pueblo reaccionaba frente al autoritarismo y demandaba tanto un régimen auténticamente democrático como una relación mucho más estrecha con la Alianza Atlántica y la Unión Europea. Las recientes elecciones han puesto punto y final a aquella experiencia, aunque en realidad aquel proceso tan esperanzador se diluyó con el paso del tiempo. Hoy la realidad indica el regreso de la clase política desplazada en aquel momento y encabezada por Víctor Yanukovich, Fueron cinco años los que Yanukovich trató de ‘robar’ literalmente la presidencia de este país, haciendo uso de tácticas poco democráticas como la falsificación de boletas electorales y amenazas a los medios. Pero no fue hasta esta pasada elección que los ucranianos le otorgaron un voto de confianza y lo eligieron su Presidente. Ahora le toca el turno a Yanukovich de no sólo demostrar que su país ha cambiado, sino que él también. Los ucranianos no están preparados para renunciar a los avances obtenidos en materia de transparencia, de libertad de expresión y política económica. Uno de sus principales retos será combatir el cáncer de la corrupción que aqueja a las instituciones. Mientras tanto, Ucrania debe recuperarse del colapso económico que ha sufrido tras una caída del 15 por ciento de su producción y de la pérdida de un préstamo por parte del Fondo Monetario Internacional, después de que los dos principales partidos políticos no quisieron apegarse a las condiciones de esta Institución. Ucrania necesita ponerse de pie y luchar contra las divisiones políticas internas, que separan al país entre oriente y occidente, entre quienes apoyan el modelo ruso y el europeo.
Bien podemos observar dos realidades diametralmente opuestas en cuanto a la filosofía política y los laberintos del pensamiento, pero que claramente responden a las necesidades de 2 estados que son ejes fundamentales de la sociedad actual, cada uno en su justo rol y medida, Costa Rica frente a al redistribución del poder en Latinoamérica y su histórico papel equilibrio internacional, Y una Ucrania estratégicamente clave para las aspiraciones de los distintos Bloques que disputan la región por su valor económico, político y social. Ciertamente las tendencias se encuentran en constante cambio, sin embargo nunca esta de más recordar que el beneficio del estado y de cada uno de sus pueblos va más allá de cualquier cambio circunstancial, y hace primordial la búsqueda y obtención de la madurez política suficiente para llevar la evolución y crecimiento continuo como meritos esenciales que dejan frutos positivos a todos y cada uno de los miembros de las naciones en pleno desarrollo.
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